Bioseguridad:

Baja inversión y menos riesgos

Una bioseguridad perfecta significa básicamente una reducción significativa de las posibilidades de contaminación cruzada. Aunque no existe una garantía total, podemos acercarnos mucho a ella. La inversión en bioseguridad es bastante baja, lo que significa que los costes asociados a la obtención de un excelente nivel de bioseguridad son bastante bajos. Después de todo, la mayor parte del trabajo lo hace el propio avicultor. Esto implica adherirse a los protocolos y circuitos que él mismo creó, y cómo manejar los materiales entrantes o las personas en el terreno. Asegurar riesgos bajos con una inversión limitada es absolutamente posible, pero adherirse a los protocolos e internalizarlos requiere disciplina. .

Primera toma de contacto

La implantación de la bioseguridad muchas veces significa que habrá muchas cosas prohibidas dentro de las instalaciones de la empresa, o eso parece. La mayoría de los ganaderos tienen algunos puntos ciegos en este sentido, pues están tan acostumbrados al flujo diario de operaciones que ya no registran peligros específicos. Por eso, antes de crear un plan a medida para una granja específica, es importante que un especialista externo visite y examine la explotación. Esto crea una medición de referencia que registra los aspectos que están actualmente bajo control y las áreas de mejora identificadas. La suma de cada uno de estos aspectos forma un sólido punto de partida para el desarrollo de un protocolo.